Preparación:

Para hacer la masa ponemos en un cuenco la harina, el queso, la sal y la mantequilla, mezclamos hasta conseguir una masa granulosa-como pequeñas pelotitas-. Echamos entonces el huevo batido y unimos bien. Añadimos el agua– si fuese necesario pondremos un poco más-. Amasamos hasta obtener una masa homogénea. Formamos una bola, envolvemos en film transparente y refrigeramos durante 30′.

Para hacer el relleno ponemos dos cucharadas de aceite en una sartén. Rehogamos las dos chalotas picadas finamente hasta que estén transparentes. Añadimos el calabacín cortado finamente en rodajas y rehogamos el conjunto hasta que esté dorado.

En otro cuenco ponemos los tomates cherry partidos por la mitad, la mozzarella, la albahaca y la harina, mezclamos. Añadimos la mezcla de calabacín y chalota. Salpimentamos y removemos.

Precalentamos el horno a 180º con calor arriba-abajo sin aire.

Sacamos la masa de la nevera y la estiramos. Forramos el molde para tarta previamente enharinado, dejando que sobresalga un trozo del borde para luego poder doblarlo hacia dentro. Pinchamos la base de la masa con un tenedor, colocamos el relleno y cerramos la masa como podéis ver en las imágenes.

Pincelamos la tarta con huevo batido.

Horneamos a media altura hasta que la masa esté hecha y veamos el relleno con aspecto dorado- en mi horno durante 40′-.

Sacamos a una rejilla y servimos la tarta templada.