Algunos días me siento eufórica por cocinar. Es como si la energía me viniese de repente, de no se sabe bien donde, y habiendo pasado unos días sin hacer nada especial, me entra un mono, y necesito hacer varias recetas a la vez.

Esto me sucedió de nuevo el viernes. Pasada la Semana Santa y habiéndome dedicado basicamente a «comer bien» en el lugar de relax que elejimos, y no habiendo pisado una cocina, tenía la imperiosa necesidad de hacer cosas en mi pequeño escondite.

Como de costumbre, me enfrasco en mis libros de cocina y ojeo y ojeo hasta que veo algo que me gusta y digo…¡Esto!

Y ahí estaba él

Y le vi, y le miré y dije: Serás mío.

Sí sí, te ha tocado a tí, bizcocho de semillas de amapola. Estarás en mi cocina.

Semillas

Las semillas de amapola son muy fáciles de encontrar en España en cualquier herboristería ya que se utilizan mucho para cocina: panes, bollería, rellenos… No sucede como en otros paíse en los que incluso está prohibido su comercio como en China.

Dicen que  ejercen un suave efecto sedante y disminuyen la tos, así como una importante fuente de calcio para el organismo, pero yo creo que tendríamos que comernos 2kg de bizcocho de semillas ¡para notar algo!

No nos dejemos llevar por las creencias populares, confundiendo las semillas de amapola, con  una de sus variedades, la adormidera (Papaver somniferum),  que se utiliza en la producción de determinados narcóticos; y pensemos que pueden ser perjudiciales y producirnos efectos alucinógemos por comernos un bollo.

En serio, en reposteria, utilizadas un poco tostadas, dan un sabor delicioso que recuerda a las almendras. Como relleno de un brioche, dejándolas macerar en leche, resultan…

La receta

He utlizado la naranja, porque las semillas de amapola y los cítricos van muy bien. Si no os apetece naranja, probad con mandarina, limón…Incluso alguna vez sustituí la ralladura del cítrico por esencia de almendra.

La harina con levadura yo la encuentro en Eroski de una marca inglesa «Mc Dougalls». Si no encontrais, sustituirla por harina de repostería y añadir un sobre de levadura Royal.

Ingredientes:

Para el bizcocho (para un molde de 20cm):

– 50 g de semillas de amapola
– 60 ml de leche entera
– 185 g de mantequilla en punto pomada + para engrasar el molde
– 1 cucharada de ralladura de naranja
– 220 g de azúcar glas
– 3 huevos
– 225 g de harina levedante(con levadura)
– 75 g de harina reposteria
– 60 g de almendras molidas
– 125 ml de zumo de naranja
– molde redondo de 20 cm

Preparación:

Precalentamos el horno con la rejilla a 180º-190º con calor arriba-abajo.

Ponemos en la base del molde papel de horno y engrasamos la base y el contorno.

Mezclamos las semillas de amapola con la leche y dejamos reposar durante 20′.

Mientras batimos con las varillas eléctricas la mantequilla, el azúcar y la ralladura. Esto lo haremos en un cuando pequeño porque así esponjan mejor.

Cuando la mezcla esté esponjosa iremos añadiendo los huevos uno a uno batiendo. Cuando uno esté bien mezclado, el siguiente, nunca antes.

Pasamos ahora la mezcla a un bol más grande.

Incorporamos ambas harinas tamizadas con movimientos envolventes. Esta operación así como el añadido de los siquientes ingredientes, la haremos con lengua o cuchara de palo y suavemente.

A continuación; las almendras molidas, el zumo de naranja y la mezcla de semillas de amapola.

Vertemos todo en el molde y horneamos durante aproximadamente 45′-1 hora. A los 45′ he comprobado con la hoja de un cuchillo si estaba hecho y lo he sacado. Tendremos cuidado de que se dore levemente nada más, si no quedará muy seco.

Lo dejamos reposar 5′ y desmoldamos sobre una rejilla dándole la vuelta.

Vertemos el sirope aún caliente sobre el bizcocho también caliente. Iremos recojiendo el sirope que caiga y lo echamos de nuevo sobre el bizcocho.

Para el sirope de naranja:

– 220 g de azúcar glas
– 160 ml de zumo de naranja
– 80 ml de agua

Preparación:

Mezclamos los ingredientes y los echamos en un cazo. Removemos a fuego lento con una cuchara de madera, sin que llegue a hervir, hasta que se disuelva el azúcar.

Llevamos en este momento a ebullición.

Bajamos el fuego y dejaremos cocer a fuego lento, sin tapar ni remover, durante 2 minutos.

Este bizcocho se conserva perfectamente, tanto con sirope como sin él, hasta 2 días fresco.

Es realmente rico y la sensación de las semillas en la boca es muy curiosa, pero nada desagradable. Os lo recomiendo encarecidamente.